El loco y la camisa, y la realidad disfumada

La realidad se vuelve ficción y el teatro se convierte en nuestra vida, hay veces que nunca salimos de escena, estamos viviendo en nuestro personaje, pero que sucede si una persona rompe la cuarta pared y nos demuestra la verdad. Una persona que no tiene el chip de la “normalidad”.

En un dia especial, a horas del cierre del cierre casi total de actividades para sofocar el aumento de casos de covid en Argentina se estrenó la obra “El loco y la camisa” de Nelson Valente en el Teatro Mendoza, la cual ha recibido infinidad de premios y buenas críticas desde que fue estrenada en 2009 en Buenos Aires.

Con la actuaciones de Laura Lahoz como Matilde, Alvaro Benavente como Beto,Laura Prezioza como Maria Pia,Fernando Soto como Mariano y Fernando Muñoz como Jose.

La obra abarca varios aspectos como la violencia que ejerce Jose el padre de familia sobre su esposa en una típica actitud machista y patriarcal. Y en contraste con su hijo Beto que siempre dice la verdad, seguramente con algún trastorno generalizado del desarrollo posiblemente asperger, el cual esta medicado para regularizar su nivel de ansiedad. Y podemos ver como sufre la discriminación de su hermana y su padre por la condición que tiene y que no puede controlar en ciertas ocasiones, ya que no se comporta como las personas neurotipicas, por sus conductas y juegos extraños.

La única que es incondicional a Beto es Matilde su madre. Pero en ese juego de situaciones todos hacen la vista gorda ante el chico bien llamado Mariano, novio de Maria Pia, no notan sus acciones en la vida y se unen a un juego de ascenso social, un juego de simulación en el cual no encaja Beto, que trata de abrir los ojos de sus seres queridos.

Una obra con actuaciones impecables y una muy buena dirección de Willy Olarte, con una puesta increíble, que genera debate sobre las conductas de discrimación y machismo. Que te dejara pensando sobre las situaciones que se plantean. Seguramente empatizaras inmediatamente con Beto y su manera de ser. No podes perdértela cuando todo vuelva a la normalidad con las actividades culturales.

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