“…Los recuerdos en mi cabeza , me hacen dar cuenta del tiempo que pasamos.Siempre estarán cerca de mi.Este no es el fin…”
Somos frutos que pendemos del arbol de la vida , nacemos , maduramos y caemos sobre la tierra. Y nos convertimos en un recuerdo mas de todos los que nos antecedieron.
Un ciruelo y los recuerdos de dos hermanas serán los testigos una historia familiar matriarcal.Como detenidas en el tiempo con el recuerdo de su niñez , nos llevaran por un recorrido de su historia plagado de anécdotas y sentimientos , enmarcados en la inocencia e ingenuidad de sus relatos.
Solo los fragmentos de unas cartas nos llevaran al presente , y al duro momento que atraviesan , pero todo eso quedara de lado , al ver sus historias con un toque naif .Los recuerdos están en nuestra mente , y podemos volver cuando se nos ocurra y parar el tiempo y las ruedas del mismo por unos segundos. Y contemplar el amor que nos fue entregado , quizás solo por momentos que vivirán en nosotros.
Asi Celina y Eleonora , volveran a la vida a sus abuelas, tías, tías abuelas, recordaran a su madre y hasta un criada. Y en sus mentes conjugadas veremos como el tiempo se detuvo , y volvieron a jugar como niñas en un pasado plagado de luces y quizás algunas sombras.Es una obra “La edad de la ciruela” que no deberías dejar pasar .
Fotografía y Crónica : Daniel Torrico
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