Nací una calurosa noche de verano solo pude disfrutar de unos meses de libertad , para luego pasar 8 años de encierro y complicidad nunca supe lo que paso , en un blindaje mediático mi vida transcurrió sin mayores sobresaltos , solo en mi adolescencia supe lo que ocurrió y lo que se me oculto.
Todos estamos conectados con el pasado y las vidas que supieron caminar sobre la tierra.Los desaparecidos están conectados entre si y escriben sus memorias sobre el capitulo mas oscuro de nuestra historia.Pero como las partículas de luz que nacen de una misma fuente están entrelazados para iluminarnos y en un grito silencioso nos indican a nunca reescribir las mismas paginas en nuestra crónica.
Uno puede olvidar con el tiempo las voz , los rasgos de la cara , los ademanes y la forma de caminar de alguna persona que abandono esta vida terrenal.Pero lo que nunca se olvidaran los sentimientos y recuerdos.Es así como Arisitides Vargas nos va dando pistas sobre la vida de Alfredo Lerux su amigo. En un viaje onírico veremos como Ulises saldrá en búsqueda de lo que fue , que influencio y que vidas tocaron los momentos de Alfredo. Hasta sus musas y diosas hablaran por el , quizás las mismas que lo inspiraron cuando se ponía sobre las tablas de un teatro. Veremos como poco a poco se va armando el rostro de Lerux sobre el muro que sirve de escenografía , cada nueva pista terminara el entramado final.
La obra le pone un punto final a la historia interrumpida de los desaparecidos en esta caso especial el de Lerux , utilizando la odisea como base nos llevara a plantearnos preguntas existenciales en algunos de los grandes monólogos que contiene la misma.Una propuesta que no deberías dejar pasar.
Crónica y Fotografía : Daniel Torrico
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