Edipo en Ezeiza : Y el señor de las cuatro decadas

Hoy fue una noche plagada de emociones, ya que era el estreno de “Edipo en Ezeiza” y los 40 años, y 100 obras de Juan Comotti.

La obra estrenada recuerda los sucesos de ezeiza desde el punto de vista familiar , comenzando con un interrogatorio a una madre (Andrea Cortez) cubierta por una bandera argentina , tratando de saber si es en realidad la progenitora de Oscar (Julián Berca) y esposa de Dardo (Juan Comotti),quizás tratando de entender la doble dualidad presente en la llegada de ese 20 de junio de Juan Domingo Perón a la argentina y la doble dirección políticamente planteadas, de una u otra forma entender que postura tomaba dicha madre de derecha o izquierda, desconociendo tal vez el bando el cual la representaba.

Habrá un apagón, y se sentirán las ambulancias que llevaban armas hacia el aeropuerto de ezeiza, y veremos a Dardo (Juan Comotti) ahora cubierto por la bandera e interrogado por su hijo, para saber dónde está su madre, vaya a saber desaparecida por la triple A. Pero alguien diferente aparece en escena su hija Romina para retorcer la historia, son dos personas diferentes o es la misma madre, retomando su lado socialista y popular de la juventud, preguntara por su supuesta madre y su destino.

En diferentes escenas de la obra, tomaran ciertos juegos pactados para crear la dramaturgia de la misma, como el juego de los libros y tomar cualquier palabra al azar para generar un dialogo, la confesión cuando Romina admite haber sido embarazada en una fiesta, y otros como de la transformación de la madre en hija, como si cambiara su postura política. Y también el de la propia actuación y retomar escenas desde el principio para una mejor ejecución casi como que si fuera un ensayo. Siempre utilizando el humor y sus escenas cargadas de signos.

Veremos un micro contexto de terrorismo de estado, en un decorado que nos hace acordar el comedor de una casa y hasta una oficina de alguna comisaria y su máquina de escribir. De alguna forma recordando la persecución y matanza política de aquella época donde todos eran blancos , y porque no decirlo que una familia tuviera su propia persecución política tratando de saber sus posturas tan acorde a lo que se avecina ya en muy pocos días en nuestra nación.

Una muy buena obra, con muy buenas actuaciones, que provoca el humor, como así también la reflexión desde una manera muy poética y metafórica. Con un final muy singular y de fondo la música de Leonardo Fabio participe de los hechos acaecidos en Ezeiza en la década del 70.

La obra terminaría, pero a la salida nos esperaría una gran choriceada para festejar el cumpleaños número 40 de Juan Comotti, mucha más gente llegaría para sumarse a los festejos, ya que no querían perderse de saludar a su colega y amigo, y gran director.

Fotografía y Crónica : Daniel Torrico

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