Tiritaba intensamente yo la tenía en mis brazos ,y la acariciaba, me miraba sin sacarme los ojos de encima. Había descubierto algo en mí, no lo sabía, o una idea alteraba sus sentimientos y pensamientos. Es como que hubiera visto un futuro diferente en mis ojos, el oscuro residente que vive y vivía en mi.
Distorsionada en el reflejo de mis ojos seguía tiritando, no hablaba y seguía mirándome, como si quisiera comprender mi existencia, ella vive el día a día sin preocuparse del futuro ni siquiera del mañana, no puede ver el pasado. Pero creo que lo recuerda en sus sueños cuando el dolor se convierte en sonidos incoherentes que salen de su boca.
Y la miro como ella me mira ahora, y recuerdo que su esencia algún día se ira, y no existirá, y quizás ese día yo llore y tiemble en los brazos de alguien como un niño. Otro inmortal con caducidad que también se volverá polvo.