El pasado 21 de enero fuimos a ver a la Nave Cultural una de las últimas funciones de la muy reconocida obra “Modelo de madres para armar y recortar” de Hugo Luis Saccoccia quien fuera ex presidente de la Biblioteca Teatral Hueney de Zapala .En la interpretación de Guillermo Troncoso, que recibió y saludo a todo el público mientras iba ingresando a la Sala N°2 del complejo enclavado en el Parque Central.
Una vez que todo el público había tomado su lugar, se apagaron las luces y Guillermo entro en escena haciendo todo una introducción del método utilizado para recrear en esta caso el del Juglar, hablando de las historia de los mismos y de la represión a las que fueron víctimas. Haciendo especial referencia a Dario Fo y Hugo Sacoccia un juez devenido en actor y bibliotecario quien paso a la inmortalidad en 2011, algo paradójico en nuestros tiempos.
Antes de empezar con su actuación Troncoso nos hizo nos recrear el ambiente de la obra, ya que no se contaba con ningún tipo de escenario o vestuario, solo la voz y la gestualidad, como así la expresión corporal del mismo, y vestimentas de color negro.
Imagínense un set de madres para la venta y por supuesto un vendedor fueron sus palabras, y comenzó la obra. Y en el transcurso de la misma una señora en primera fila no podía parar de reír y llamo la atención de la sala como así también de su protagonista. Es que Troncoso sin ningún tipo de escenografía no hacia volar la imaginación e imaginar a todos los personajes que completarían la escena. En un tramo de la obra hizo subir a una chica al escenario en unos del sketch donde el hijo presenta a su novia a la madre, fue una escena memorable ya que la miedosa espectadora hizo gala de su improvisación dejando casi sin palabras a Troncoso casi convirtiéndola en una verdadera pelea verbal entre futura nuera y suegra.
Pudimos ver un compilado de madres desde “La Primeriza”, “La que se niega a ver que su hijo ha crecido”, “La absorbente y celosa” escena que compartió con una de las chicas del público, “La ama de casa abnegada”, “La madre sobre exigente”, “La negadora”.
Y en el final una reflexión sobre nuestras madres y el amor incondicional que nos brindan, porque cuando ya no estén entre nosotros seguramente pediremos el consejo de las mismas y nos acordaremos de sus palabras y de su cuidado hacia nosotros. Como el experimento recientemente realizado en Europa para un comercial donde a un grupo de personas se los dejó sin su celular, y solo tenían un teléfono fijo para poder llamar, y les pidieron que marcaran cualquier número y la mayoría de los involucrados llamaron a su madre.
Crónica y Fotografía : Daniel Torrico
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