Una fría noche, y en el teatro quintanilla de la plaza independencia una nueva función de la obra “Pequeños Círculos” de William Prociuk. Presentada por la comedia municipal, con la dirección de Ariel Blasco y las actuaciones de Rubén González Mayo, Marina Candolino Przyklenk, Jorgelina Jenon Aimar, David Laguna y Rodrigo Casavalle. Esperando ingresar un fotógrafo toma imágenes del reducido grupo de personas que hicimos frente a las bajas temperaturas reinantes para escapar por un momento de la realidad.
Ingresamos al calor de la sala y escuchamos una pieza aparentemente de una ópera, y en el escenario una persona mayor utilizando una máquina de escribir como perdido en el tiempo. Podemos decir ahora que después de haber visto la obra produce la extraña sensación de que la situación en el teatro estuviera siendo escrita sobre el papel que desliza por el rodillo de ese artefacto sustituido por nuevos artilugios electrónicos en nuestro presente.
La obra transcurre en tres espacios unidos entre sí, que se mezclan con la supuesta realidad en la mente de Albert. Quien trata de enmendar su pasado escribiendo una obra de teatro que cicatrice las heridas en su memoria. Dos han sido sus amores y sus víctimas Charlotte y Sonia que han encontrado en el suicidio la forma de huir de sus penas.
Las actuaciones son muy buenas y el entrelazado de las escenas muy bien realizado. También deja un mensaje de genero que quizás pasa desapercibido que el arte generado por hombres tiene mayor trascendencia que el hecho por las mujeres, así como los tantos casos en la historia de obras firmadas por el género masculino quienes no han sido los autores reales. Como el caso de Margaret Keane la pintora de los “ojos gigantes”.
El autor nos lleva a callejones sin salida que nos arrebatan el sentido de lo que estamos entendiendo. Al mejor estilo cinematográfico las puestas al abismo en la trama hacen acrecentar nuestro foco en dilucidar qué es lo que está pasando. El ingreso de nuevos personajes como el de Héctor su editor y un joven Alberto solo incrementan la compleja trama surreal de la obra en escena.
Pero en un sentido quizás solo somos espectadores de las alucinaciones del protagonista cuando en una de las primeras escenas dice “Yo quiero que ustedes estén aquí” frente a una periodista que lo entrevista sobre la inusitada fama como escritor que ha tenido y lo increpa a que le diga le verdad, y pone en evidencia hechos del pasado de su vida. Una persona que alucina podría oír que gente que está hablando sobre su persona e incluso hablar con la persona imaginada. Alberto escribe y algún momento deja la dramaturgia fuera de su control ¿ Como se podría escapar de ese universo real pero imaginario y a la vez de que la culpa no nos devore la mente? La respuesta seguramente la encontraran viendo “Pequeños Círculos” ,una obra recomendada para ir a ver.
Ficha :
Funciones : Sábados a las 22 y domingos a las 20, de julio
Lugar: Teatro Quintanilla, subsuelo plaza independencia
Precio : $80 ( general) , $50 ( estudiantes y jubilados)
Crónica y Fotografía : Daniel Torrico
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