Para despedir el año, el martes pasado, La Orquesta sísmica Mercalli ofreció un concierto de tango en la sala Ana Frank. Como banda invitada participaron Los Swingstones
Con un amplio repertorio, la Orquesta Sísmica Mercalli colmó de tango la noche del martes en la ciudad. Todo ya estaba listo, la ambientación, los instrumentos, los invitados, las mesas y sillas bien dispuestas para que todos tuvieran su lugar. A las 22, la Orquesta pisó fuerte el escenario convirtiendo el espacio de la sala Ana Frank en un boliche tanguero de aquellos…
“Yo soy el tango que viene por las calles del recuerdo, donde nací ni me acuerdo. En una esquina cualquiera, una luna arrabalera y un bandoneón son testigos. Yo soy el tango argentino”
Así abrió el espectáculo que, sobre un escenario montado al aire libre, cautivó a todos los presentes. En un ambiente familiar y de amigos, los aires de la noche mendocina se llenaron de magia al ritmo del dos por cuatro.
La cita se dio lugar en el marco de los festejos por el DÉCIMO aniversario de la sala Ana Frank (Centro Cultural Israelita de Mendoza); donde durante más de una hora la Orquesta hizo mover el piso. Luego llegaron, como en todo festejo, la torta de cumpleaños, el canto y las velitas. El evento tuvo a su vez un fin solidario, refaccionar un antiguo piano que se encuentra endicho espacio.
La Orquesta Sísmica Mercalli, una de las nuevas manifestaciones de la música ciudadana, ofreció este concierto como cierre de su primer año de trabajo. Interpretó nuevos temas de autores como: Julián Peralta, Victoria Di Raimondo, Mariano Gonzalez Calo, Alejandro Guyot, y Elbi Olalla, entre otros. Nuevos compositores, nuevos ritmos, nuevas voces que definen este tango siglo XXI.
Esta orquesta es parte del resurgimiento y renovación del tango, que se viene gestando en el país desde los 90. Formada por: Laura Dana y Gonzalo Lesta (violines) , Alejandro Fiore (Viola), Noelia Pavez (Cello), Gerardo Lucero (contrabajo), Pablo Conalbi (batería), Ezequiel Acosta (bandoneón), y Elbi Olalla (piano y dirección); contó en esta ocasión con la participación especial del Varón Álvarez. Entre las voces estables se encuentran: Luciana Scherbosky, Leo Neirotti y Federico Ortega.
A la música se sumaron la comida y las bebidas como el vino, infaltable compañero de los eventos mendocinos. También se presentaron obras, relacionadas a la temática del tango, de ilustradores independientes como Gustavo Mancini y Vicky Malamud, quienes ofrecieron sus trabajos a precios muy accesibles.
Y cuando parecía que el festejo terminaba, antes de que dieran las doce, aparecieron en escena Los Swingstones, quienes suministraron una inyección de adrenalina al público. Los más valientes no dudaron en levantarse de sus sillas para moverse al ritmo de lo mejor del swing, rock and roll, beat y música disco. Así se apropió de la escena durante una hora esta banda conformada por excelentes músicos, recientemente renovada y con nuevo repertorio. Tras su despedida del escenario, la fiesta no quiso acabar y la música continuó de la mano de un DJ invitado.
Fue una celebración completa, con sabor a recuerdos del pasado. Una suma de dos bandas que iluminaron la noche. Por un lado, sonidos de aquí remontándonos a aquellas melodías de un tiempo lejano de arrabal; por otro, ritmos del pasado pisando con fuerza nuestro tiempo presente y voces reviviendo aquellos inolvidables clásicos. Salvando las distancias generacionales y geográficas, el evento unió a grandes y chicos, amigos y visitantes turistas; porque la música en sí misma es un lenguaje universal que nunca pasa de moda.
Crónica : Yanina Perez
Fotografía : Daniel Torrico
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