El ambiente en la Sala Cultura Taberna de Mendoza era oscuro y misterioso, complementando perfectamente la música interpretada por Buenos Vampiros, reconocida banda de darkwave y postpunk de Mar del Plata. El ambiente del recinto se vio realzado aún más por la presencia de Base Lunar, banda local mendocina que compartió escenario con Buenos Vampiros. La combinación de las dos bandas resultó en una experiencia inolvidable para los asistentes, ya que el escenario inquietante y las melodías inquietantes transportaron a la audiencia a un reino de oscuridad e intriga.
Durante todo el concierto, la multitud en Taverna Culture Hall se mostró muy entusiasta y comprometida, claramente cautivada por las poderosas actuaciones de Buenos Vampiros y Base Lunar. Se pudo ver a los miembros de la audiencia cantando sus canciones favoritas, bailando y animando a las bandas mientras presentaban sus electrizantes presentaciones. Esta animada respuesta de la multitud contribuyó aún más a la atmósfera general del evento, creando una experiencia verdaderamente inmersiva y memorable para todos los involucrados.
Uno de los aspectos más significativos del concierto en Taverna Culture Hall fue la conexión palpable que se formó entre Buenos Vampiros, Base Lunar y el público. Este vínculo fue evidente no sólo en las reacciones entusiastas de la multitud sino también en la forma en que las bandas interactuaron con sus fans. Tanto Buenos Vampiros como Base Lunar hicieron un esfuerzo concertado para interactuar con la audiencia, fomentando un sentido de unidad y experiencia compartida que trascendió el mero acto de escuchar música. Esta conexión entre los artistas y los asistentes solidificó el concierto como un evento verdaderamente especial, permitiendo que la audiencia se convirtiera en una parte integral de la actuación y amplificando el impacto general del espectáculo.
El espectáculo comenzó con una apertura poderosa y enérgica, marcando el tono de lo que estaba por venir. La banda marplatense, conocida por sus influencias darkwave y post-punk, cautivó inmediatamente al público con su intensa presencia escénica y su dinámica actuación. La multitud pudo sentir la energía pura que irradiaba desde el escenario, mientras la banda lanzaba su primera canción con vigor y entusiasmo.
Hacia el final de la noche, la banda obsequió al público con un bis inolvidable que dejó al público con ganas de más. La presentación encore mostró la increíble maestría musical y presencia escénica de los Buenos Vampiros, mientras interpretaban una serie de canciones favoritas de los fanáticos y derribaban la sala con su energía contagiosa. Cuando sonaron las notas finales y la banda salió del escenario, el público estalló en aplausos, sabiendo que acababan de presenciar una actuación verdaderamente excepcional. El primer show de Buenos Vampiros en Mendoza fue sin lugar a dudas una noche para recordar.