Hay conciertos que terminan cuando se apagan las luces, y hay rituales que se quedan vibrando en el cuerpo por días. Lo que sucedió este viernes 22 de agosto en Nido Club pertenece, sin duda, a la segunda categoría. Bhavi desembarcó en Mendoza con su “Bha Vilonia Tour” y no se limitó a dar un show: montó un reino, desató una tormenta de emociones y confirmó por qué es uno de los artistas más importantes y genuinos de la escena.
Desde horas antes, la atmósfera en los alrededores del recinto era de pura anticipación. Un público diverso, que mezclaba a los fans de la primera hora con una nueva generación cautivada por su más reciente álbum, Bhavilonia, hacía la previa con una energía que presagiaba una noche histórica. Y no se equivocaron. Al ingresar, el impacto era instantáneo: sobre el escenario no había una simple tarima, sino un imponente castillo medieval, la pieza central de una puesta en escena inmersiva que te transportaba directamente al universo conceptual de su último trabajo.
La Explosión de Bhavilonia y un Pogo Calculado
Cuando la figura de Bhavi apareció en lo alto de su fortaleza, Nido Club se vino abajo. El arranque fue demoledor, una declaración de intenciones con los nuevos tracks que ya son himnos. El momento exacto en que la noche explotó llegó con “DORA LA CALCULADORA”. La reacción no fue solo cantar: fue una catarsis colectiva, un pogo masivo y calculado que se apoderó de todo el campo, demostrando la increíble apropiación que el público ya tiene de su nuevo material. Bhavi, como un rey observando a sus súbditos más fieles, manejaba la energía con una maestría de frontman consumado.
La Magia, la Nostalgia y los Clásicos Inmortales
Pero el “Bha Vilonia Tour” es un viaje de emociones, y Bhavi sabe cuándo bajar las revoluciones para tocar la fibra más íntima de su gente. El momento más mágico de la noche llegó con “Besame”. El castillo se iluminó de una forma más cálida, los celulares se encendieron como miles de luciérnagas y el pogo frenético se transformó en un abrazo masivo. El lugar completo, a una sola voz, coreó una canción que se perfila como una de las baladas de trap más potentes de los últimos años.
Sin embargo, el rey no se olvida de su historia. Para delirio de los fans que lo siguen desde sus inicios, el show hizo una parada obligatoria en su aclamado álbum Cinema (2021). Cuando sonaron los primeros acordes de “Hijo Único”, se sintió una ola de nostalgia. Fue un regalo para los “brutos sensibles”, un recordatorio de las raíces y las letras que lo consolidaron. La misma devoción se repitió con “Piel de Gallina”, otro clásico que fue cantado con una pasión que erizaba la piel, haciendo honor a su nombre.
Un Artista en Plenitud
Lo de anoche no fue solo un desfile de hits; fue la confirmación de un artista en su plenitud. Bhavi interactuó, arengó, conecto con sus fans y se mostró genuinamente agradecido por la entrega de un público mendocino que abarrotó el lugar y dejó el alma en cada canción.
Bhavi se fue de Mendoza dejando una marca imborrable. Demostró que su reino no necesita murallas físicas, porque lo construye cada noche junto a un público que lo corona como uno de sus soberanos indiscutidos. Mendoza fue, por una noche, la capital más leal del imperio Bhavilonia.
