La obra escrita y dirigida por Leandro Chapuis y protagonizada por Lorena Membrive y Beto Di Cesare nos hace participes de una época oscura de nuestra historia argentina, nos sumerge en una duda que se hace real, un presentimiento sin razón que desenmascara el accionar de esos días de una forma sutil pero efectiva.
Al comienzo solo vemos a Soledad (Lorena Membrive) que se prepara para salir con una pancarta que solo tiene un nombre y una fecha, e inesperadamente recibe la visita de una persona que resulta ser un agente de la fuerza (Beto Di Cesare) preguntando por las actividades que realizaba, ese es el punto de partida de la historia que nos mete en el contexto del gobierno de facto que comenzó en marzo de 1976 con Jorge Rafael Videla. Inmediatamente nuestra mente comienza a recordar a unas madres con pañuelos blancos hechos de tela de pañales, sí son las Madres de Plaza de Mayo y más que todo las Abuelas de Plaza de Mayo y su lucha por la aparición de sus nietos arrebatados.
La protagonista ha tenido un sueño y de alguna manera busca la redención debido a la situación de su pasado, ha sido la esposa de un antagonista de la lucha de esas madres y abuelas.
Ese camino de expiación de Soledad estará allanado de varios obstáculos a cruzar y la convicción de querer superarlos, la verdad surgirá y ella deberá decidir si el precio a pagar por divulgarla es capaz de afrontarlo.
Las actuaciones muy buen llevadas por Membrive y Di Cesare captaran nuestra atención, y las imágenes y planteamientos que se suscitan nos llevaran a reflexionar sobre esos años como así también sobre nuestro actuar en el presente frente a las injusticias que podemos llegar a ver y nuestro accionar frente a ellas, somos simples observadores o tratamos de cambiarlas.
No queda más que decir que es una obra recomendada para ver y meditar.
Fotografía : Daniel Torrico
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