“La edad de la ciruela” es una comedia dramática sobre la mujer, el paso del tiempo y la memoria, escrita y dirigida por primera vez en Mendoza por Arístides Vargas.
La obra se presentó en el Teatro Quintanilla, con la actuación de Liliana Moreno y Charo Francés. La historia gira en torno a dos hermanas que se embarcan en un viaje al pasado y al hogar de su infancia tras la muerte inminente de su madre. La obra explora temas de familia, nostalgia y las complejidades de la memoria, mientras las hermanas confrontan su pasado y aceptan su presente.
La obra es una exploración conmovedora y humorística de la experiencia humana, con un enfoque particular en la vida de las mujeres. Es una visita obligada para cualquier persona interesada en el teatro y el arte de contar historias. La exploración de la memoria, el tiempo y la familia de la obra es universal y profundamente personal, y ofrece una visión única de las vidas de sus personajes y las complejidades de la psique humana. Con su elenco talentoso, dirección hábil y escritura conmovedora.
“La edad de la ciruela”, dirigida por Arístides Vargas, explora varios temas, incluidas las experiencias y relaciones de las mujeres. La obra se centra en la historia de una familia contada a través de sus mujeres, o lo que se recuerda de ellas, y las relaciones que mantienen entre ellas. La obra presenta a Liliana Moreno y Charo Francés y muestra su talento para explorar las complejidades de las relaciones de las mujeres. A través de sus actuaciones, se invita al público a reflexionar sobre la dinámica de las relaciones femeninas y los roles que desempeñan las mujeres en la familia y la sociedad.
La obra también ahonda en el tema del paso del tiempo y el envejecimiento. A medida que los personajes navegan por las diferentes etapas de sus vidas, la audiencia recuerda la inevitabilidad del envejecimiento y los cambios que lo acompañan. La obra plantea la pregunta: “¿Qué edad debe tener la ciruela para ser vino y no vinagre?”. Esta pregunta metafórica destaca la idea de que el envejecimiento es un proceso natural y que depende de nosotros determinar cómo elegimos envejecer. La obra anima a la audiencia a reflexionar sobre sus propias experiencias con el envejecimiento y cómo pueden aceptar los cambios que vienen con él.
El tema de la memoria y la nostalgia también se explora en “La edad de la ciruela”. La obra es un vertiginoso juego de tiempo y memoria, donde los personajes reviven sus experiencias pasadas y reflexionan sobre sus circunstancias presentes. La estructura de la obra, compuesta por escenas separadas que pueden ordenarse de forma diferente, permite al espectador experimentar los recuerdos de los personajes de forma no lineal. A través de esta exploración de la memoria y la nostalgia, la obra nos recuerda la importancia de atesorar nuestros recuerdos y cómo dan forma a lo que somos hoy.